sábado, noviembre 21, 2009

Pensamiento lateral

Uno de los tantos días de clases en la Universidad de Copenhague, a principios del siglo XX, se tomaba a los alumnos un complejo examen de física. Una de las preguntas era: ¿Cómo se puede determinar la altura de un edificio utilizando un barómetro?

Uno de los estudiantes respondió: "Atando una cuerda al barómetro y luego bajándolo desde el techo del edificio hasta el suelo. La longitud de la cuerda más la longitud del barómetro será igual a la altura del edificio".

No caben dudas de que la respuesta fue original, pero no convenció a los maestros. Él sostuvo que su respuesta era impecablemente correcta, y decidieron darle otra oportunidad. Tendría cinco minutos para demostrar oralmente que poseía el conocimiento suficiente sobre los principios de la física que se evaluaban en el examen.

Durante unos minutos, el estudiante se sentó en silencio, evidentemente abstraído en sus pensamientos, buscando una respuesta que dejara más contentos a los profesores. Finalemente, dijo que tenía en mente varias respuestas extremadamente relevantes, pero que no podía decidirse por cuál usar.

-Primero -dijo-, podemos simplemente dejar caer el barómetro desde el techo del edificio y medir el tiempo que tarda en llegar al suelo. La altura del edificio será dada por la fórmula H=1/2g×t2... pero se rompería el barómetro.

"O, si fuera un día soleado, podríamos medir la altura del barómetro y el largo de su sombra. Luego, mediríamos la sombra del edificio y, con una simple regla de tres, obtendríamos su altura."

"Pero, si en realidad desean ser extremadamente académicos al respecto, podríamos atar una soga al barómetro y comenzar a moverlo como un péndulo, primero al nivel del suelo y luego a la altura del edificio, la cual será igual a la diferencia de la restauración de la fuerza gravitacional, T=2π×√(l/g)."

"O, si el edificio tuviera escaleras de emergencia externas, sería más fácil subir por ellas, marcar en la pared su altura en tamaños de barómetro y luego sumar todas las marcas."

"Claro, si lo que buscan es una forma aburrida y ortodoxa de hacerlo, por supuesto, podríamos usar el barómetro para medir la presión del aire en el techo y en tierra, y luego convertir la diferencia de milibares a metros."

"Pero como constantemente nos están pidiendo que ejercitemos nuestra mente y apliquemos los métodos científicos más sencillos, sin lugar a dudas la mejor opción sería buscar al encargado del edificio y decirle: «Si me dice cuánto mide el edificio, le regalo este barómetro»."

Este estudiante fue uno de los contribuyentes más importantes de la física moderna, el físico atómico Niels Bohr... o quizá sólo sea una fantasía, lo cual realmente no es importante. El tema es que la historia demuestra la cantidad de caminos que uno puede tomar para llegar al mismo punto. Estos caminos alternativos son siempre directos, simples y hasta elegantes, pero no son fáciles de encontrar, porque una espesa flora de pensamientos cotidianos los esconde.

http://cibermitanios.com.ar/2009/10/pensamiento-lateral.html